Fallecimiento de Guillermo Quirós

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Lamentamos mucho informar a nuestra comunidad el fallecimiento del profesor Guillermo Quirós, quien fue docente de este Departamento de Ciencias Antropológicas entre los años 1984 y 2012. Queremos hacer llegar a sus familiares y amigxs nuestras condolencias, y lo evocamos en las siguientes palabras de la profesora Cecilia Hidalgo.

Un adiós a Guillermo Quirós: "antropólogo en el corazón del capitalismo"

Quiero compartir mi gran tristeza en el adiós a un tipazo, Guillermo (o Enrique, que era su primer nombre, pero no usaba), "un antropólogo en el corazón del capitalismo" como me gustaba decirle por sus estudios sobre las empresas y la familia.

Quienes asistieron a sus clases seguramente recuerdan su pasión y gran dominio de la investigación etnográfica clásica. Quienes recorrieron las casi 600 páginas de Fundadores y descendientes (2009) verán cómo ese dominio resulta clave en el análisis del proceso de sucesión de la máxima autoridad de las empresas capitalistas, pues deja a la luz las estrechas semejanzas de las sucesiones empresariales y los procesos de reemplazo político en las sociedades no capitalistas estudiadas por las/los antropólgas/os. En la argumentación de Guillermo el conocimiento antropológico producido en el marco del estudio de las sociedades "distantes" desempeña el gran rol de hacer que lo ajeno esclarezca y permita dar cuenta de lo "cercano", lo propio y supuestamente conocido.

Sus clases y escritos desafiaban varios prejuicios, hoy muchos de ellos afortunadamente superados. Sobre el tipo de sujeto en que se centra la labor antropológica que en su caso, lejos de ser culturalmente distante, pertenece al propio contexto histórico y social del investigador. Sobre el escaso o nulo papel que se atribuye comúnmente a la familia dentro de las organizaciones capitalistas, cuyos miembros actuarían regidos únicamente por las leyes de la razón y serían por tanto inmunes a las pasiones, solidaridades y conflictos de los grupos o asociaciones estructurados en base al parentesco o la amistad. Un tercer prejuicio atañe a que su rescate de la producción antropológica, clásica o contemporánea, se radica en cuestiones solo de método sino en la capacidad de la disciplina de brindar explicaciones e interpretaciones. Constituye hoy un lugar común reivindicar a la antropología por el valor del particular trabajo de campo participativo que ha desarrollado a lo largo de su historia. Lo que no es tan común es que se le reconozcan hallazgos de orden conceptual y teórico cruciales, válidos en contextos de amplia variabilidad cultural, en el caso de Guillermo, las categorías analíticas surgidas de una larga tradición de estudios antropológicos sobre el parentesco y los sistemas políticos.

Guillermo nos ha mostrado con elocuencia que el mundo no pasa necesaria y simplemente de comunidades o asociaciones cohesionadas en base a vínculos irrevocables en los que la lealtad, la fidelidad y el honor valen, a sociedades caracterizadas por procesos de racionalización, diferenciación e individuación que desplazarían completamente tales valores y sensibilidades. En su doble calidad de economista y antropólogo tuvo acceso a una enorme casuística de procesos de sucesión en empresas. Casos en los que fue participante observador unas veces, observador participante otras, siempre con la habilidad de transformar un oficio profesional en un instrumento metódico y de ubicarse en el centro de la autoridad empresarial logrando generar la intimidad necesaria para un trabajo de campo a escala microscópica, aún en contextos renuentes a los enfoques cualitativos, participativos y prolongados.

"Nunca fuimos modernos" ha escrito Bruno Latour y Guillermo la suscribía alegando en contra de la difundida e insostenible tesis de la separación moderna de economía y familia, que atribuye a la modernidad cambios culturales tajantes en el campo de las ideas, el imaginario, los valores y los comportamientos asociados. En las empresas que estudió queda registrada y analizada la tensión entre las exigencias sociales que emergen de los vínculos de parentesco y el ideal de individualidad, imparcialidad y eficiencia modernos. Seguirá siendo una gran enseñanza para mí y probablemente para muchos de nosotros, cómo supo dar cuenta de esta tensión, abriéndonos una ventana hacia la comprensión del carácter complejo, plural y contradictorio del mundo contemporáneo del que queremos dar cuenta y en el que estamos inmersos.

Te vamos a extrañar mucho, Guillermo; ya te estamos extrañando

Cecilia Hidalgo